La teoría no es más —ni menos— que el intento de responder a través de la reflexión a fenómenos que no encuentran respuesta en el sentido común. Tan distante de la elucubración esotérica como del manual de instrucciones, la teoría no es verdadera ni falsa: su solvencia depende de su capacidad para explicar su objeto de estudio. Teoría del proyecto es un intento de responder a las grandes cuestiones del proyecto de arquitectura, es decir, del instrumento que condensa la mediación del arquitecto y convierte una construcción en un edificio. No hay que confundir la arquitectura con el edificio: la arquitectura es lo que quedaría si desapareciese lo material, es decir el sistema de principios y criterios que han determinado su forma. En ese sentido, cabría decir que Teoría del proyecto es una teoría de mi arquitectura.