Esta historia es esencialmente un diálogo entre Ange, un joven estudiante de filología que es un poco demasiado serio y solitario (una referencia a la propia autora) y Pie, un niño disléxico que es descuidado por sus padres, un fanático de las matemáticas y los aerostatos, a quien debe dar ganas de leer y gusto por literatura Poco a poco, nace una complicidad entre los dos protagonistas