Transmitidos desde la Antigüedad durante generaciones, los símbolos ofrecen una amplia visión de los resortes y motivaciones que subyacen en el fondo de cada ser humano. A través de la apasionante lectura de esta guía podrá conocer la historia de cada uno de los símbolos y su valor de recuperación en una época como la nuestra. AMATISTA. Piedra preciosa muy estimada, en la Antigüedad era antídoto contra los venenos y la embriaguez, En el simbolismo cristiano representa la modestia puesto que su color recuerda la humilde violeta. ELEFANTE. En Asia, cabalgadura de los soberanos y símbolo del poder, de la sabiduría, de la paz y de la felicidad. Ganesha, popular hijo de Siva y vencedor de todos los obstáculos, tiene cabeza de elefante. MARFIL. Por su color blanco y su incorruptibilidad simboliza la pureza y la perseverancia. NIEVE. Es de color blanco, pura y fría, por lo que constituye símbolo de la castidad y la virginidad; de adscrición mariana en la simbología del cristianismo.