Cuando el narrador rompe con la chica con la que ha vivido los últimos años, se embarca en un periodo de reflexión. Durante el mismo, decidirá aislarse un tiempo de su entorno para, en la tranquilidad del hogar, ordenar las ideas de cara a afrontar esta nueva etapa de su vida.
Tratando de distraer las jornadas de soledad voluntaria que se presentan frente a él, comienza a escuchar programas antiguos de un pódcast de misterio en el que se desgranan enigmas de muy diversa factura. Con el paso de los días, asistirá a la evolución del contenido del espacio, que virará hacia terrenos oscuros a los que el protagonista se verá arrastrado sin remedio, acompañado por la voz absorbente de los presentadores.
Enclaustrado en la seguridad de su piso, será partícipe de cómo lo que se inició como una distracción pasará a ser una amenaza de magnitud impredecible. El mundo exterior se ha convertido en un lugar hostil y, cuando tema que su integridad física corre un serio peligro, se va a sentir acorralado.