Muchas personas reciben la visita de sus familiares y amigos fallecidos, otras tienen premoniciones, sueños lúcidos, visiones, experiencias cercanas a la muerte o sienten energías que no saben cómo catalogar, pero pocas se permiten compartir estas experiencias y, aún menos, profundizar en su naturaleza sensitiva. El resultado es un profundo sentimiento de soledad, incomprensión y aislamiento.
Una historia real del despertar a la percepción extrasensorial y al contacto con el más allá
Teresa Borotau se permitió ir más allá de su primer contacto a los cuarenta años y, a pesar del miedo, se abrió a lo que era: una intermediaria entre diferentes planos de realidad. En ¡Mamá, he visto al abuelo! nos relata este apasionante proceso de transformación, ayudándonos a normalizar estos hechos y a reconocer aquello que somos. Gracias a su experiencia en la consulta y en la Escuela de Sensibilidad puede compartir numerosos testimonios y casos reales en los que lo extraordinario se vuelve parte de lo cotidiano.