También es el único hombre al que el capitán William Harper podrá acudir cuando tenga que vérselas con una serie de horripilantes asesinatos. Pero el señor Sykes no trabaja gratis, y la compañía de Belimai le costará al capitán Harper mucho más que su reputación. Desde las opulentas mansiones de la aristocracia, donde un baño de oro oculta una trama de vivisección y brujería, hasta los humeantes barrios marginales de Quinto Infierno, el capitán Harper deberá pelear por la justicia y por su propia vida. Sus enemigos son multitud, y su único aliado, un demonio al que conoce demasiado bien. Tales son los peligros de tratar con los desalmados.