Sada Abe (Tokio, 1905 - fecha de muerte desconocida) es la séptima de ocho hijos. Sufre violencia sexual a los quince años. Su familia la inicia como geisha y más tarde se convierte en prostituta. En 1936 es declarada culpable del asesinato y castración de su empleador y amante Kichizo Ishida, con quien trabajaba como mesera. Cumple su condena pero el estigma social la acompaña, obligándola finalmente a desaparecer. Su historia provocó un acalorado debate en Japón sobre el sexismo imperante e inspiró a la literatura, el teatro y el cine, por ejemplo con El imperio de los sentidos de Nagisa Oshima.