Segunda de las tres versiones de El amante de Lady Chatterley que el autor escribió y que en un principio pensaba titular John Thomas and Lady Jane (nombres que dan los personajes a los órganos sexuales masculino y femenino), La segunda Lady Chatterley supera en muchos aspectos la canónica versión y presenta suficientes diferencias como para ser considerada una novela aparte: el guardabosques ya no es un antiguo oficial del Ejército, sino un minero, con lo que la diferencia de clase social con Lady Chatterley es mayor, y la naturaleza juega un papel orgánico en la trama. Asimismo desaparece, en esta ambiciosa versión que el autor decidió no publicar, parte de sus teorizaciones, en beneficio de una mayor riqueza psicológica de los personajes. Esta segunda Lady Chatterley narra pues «de otra manera» la célebre historia de amor imposible entre una noble y su subalterno en la Inglaterra de después de la Primera Guerra Mundial, así como la crónica de un mundo dividido entre explotadores y explotados bajo el fantasma de los totalitarismos.
D. H. Lawrence, cuya influencia en la narrativa contemporánea sigue siendo innegable, fue un viajero incansable, un eterno rebelde que persiguió un ideal de libertad y convivencia por encima de clases y convenciones sociales y un precursor de movimientos como el ecologismo o el pacifismo.