Maria Oliverio, conocida como Ciccilla, nació en Calabria en el seno de una familia muy pobre. Ella lucha junto a Pietro, un bandido y rebelde, y pronto se convierte en la primera y única mujer en liderar una banda contra el ejército real. Así conquista un futuro como mujer, como revolucionaria, como italiana de una nación que aún no existe pero que tal vez está naciendo con ella.