Los principios de la producción industrial aplicados a la arquitectura comenzaron a tomar relevancia en una época similar a esta. Las crisis tras las grandes guerras, acompañadas por una pandemia, dirigió la mirada de los arquitectos del movimiento moderno hacia la industria como solución a los problemas de una época. El espíritu de la máquina, la estandarización, el empleo de componentes prefabricados y el apoyo de la producción industrial constituirían la base sobre la que se construiría la nueva arquitectura. Finalmente la industria siguió su camino y la arquitectura el suyo. Una vez superados los contextos de crisis, la eficacia en los procesos ya no eran tan necesarios. La arquitectura quedaba libre de toda restricción para entregarse a sus juegos formales y debates postmodernistas y quedar así relegada al nivel inferior de las industrias productivas. De nuevo una situación de crisis económica y otra pandemia ha vuelto a poner el foco en la construcción industrializada. Volvemos a pensar que la arquitectura debe dar respuesta a los intereses y problemas de nuestro tiempo, ya no solo socia