Aunque para algunos un hospital puede parecer un lugar sombrío que habla de enfermedad y muerte (y es cierto que es ahí donde se produce en su mayor parte), también es verdad que en los hospitales late la vida a borbotones, y son muchos más los pacientes que recuperan la salud y vuelven a sus casas con esperanza, que los que la pierden.
De todo esto nos habla el autor de este libro, que lleva 40 años de capellán en la Clínica Universidad de Navarra. Miguel Ángel Monge, que ha tratado a miles de pacientes, nos cuenta anécdotas y bellas historias en relación a su trato con algunos enfermos que -como dice-, ?han dejado huella?. No pretende hacer una historia de la clínica en la que lleva tanto tiempo, sino narrar amables recuerdos de sus muchos años de trabajo. Vivencias que tocan el corazón y que descubren que el ser humano posee aspiraciones de eternidad, aunque no sea del todo consciente porque frecuentemente vive en medio de un ruido que le impide oir.