A los treinta y tres años, Iris lleva su vida en una maleta. Theo, de dieciocho años, tiene pocos sueños, porque no les importa cuándo se rompen. A los setenta y cuatro, Jeanne mira su existencia por el retrovisor. La misteriosa joven, el chico descarado y la discreta dama se encuentran por casualidad ya su pesar en un compañero de cuarto. Este es el comienzo de una historia llena de sorpresas, la de tres soledades que chocan, de esos encuentros inesperados que suenan a evidencia.