Vuelve Don't Call It Mystery en un segundo volumen en el que Totonô resuelve problemas cotidianos y crímenes inimaginables. Totonô observa, analiza, deduce y aconseja con una honestidad que, a veces, llega a ser demasiado imprudente. Sin embargo, aunque puede parecer arrogante, nunca juzga sean cuales sean sus conclusiones. Es joven y reservado, pero tiene una imagen clara de la sociedad contemporánea. Gracias a ello, es capaz de resolver tanto problemas cotidianos, a menudo fruto de la idiosincrasia japonesa, como los crímenes más ruines.