La Vía de la Plata es una vía romana pero también uno de los caminos para llegar a Santiago de Compostela desde el sur. Sus casi 1.000 km atraviesan la Península Ibérica de sur a norte. Dehesas andaluzas y extremeñas centenarias, campos castellanos, montañas zamoranas y frondosas lomas gallegas hacen que esta ruta sea muy amena para los ciclistas. Tampoco pierde su interés histórico y cultural: Sevilla, Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora, Ourense nos lo recuerdan, así como la propia calzada romana hilada de restos arqueológicos diseminados.