A Valentina, sus apellidos le sentaban como un traje a medida: aquella niña nunca nunca se callaba. Una tarde su madre la mandó a por un paquete de sal y le dijo: - ¡No te entretengas en el camino!. Ya sabes que, en cuanto cae la noche, el Monstruo de la Media Cara… Charo Pita, escritora gallega con una larga y contrastada trayectoria profesional en el mundo de la narración oral, creadora de espectáculos donde la oralidad se mezcla con la música o el dibujo, construye aquí un poderoso alegato sobre el valor y el poder de la palabra para afrontar y superar miedos viscerales, esa emoción angustiosa e incontrolada que se desata cuando el cerebro detecta una amenaza o un peligro, real o imaginario. Hay miedos comunes a todas las personas, y muchos otros que afectan solo a algunas de ellas, según la personalidad de cada uno. En este caso, la protagonista encuentra en su capacidad de expresión un recurso fantástico -¿también autobiográfico?- para superar una mecánica cerebral difícil de controlar, asumiendo con sensatez racional una situación que no sabemos si es realmente peligrosa.