El malestar democrático generalizado ha puesto en tela de juicio la identificación del significado de la democracia con las instituciones actualmente existentes. Pero las épocas de crisis, así como plantean desafíos a las instituciones, también presentan oportunidades para una profundización de la democracia. Este libro busca tender un puente entre los estudios de los movimientos sociales y la teoría democrática. Los movimientos sociales progresistas experimentan con nuevas ideas en su vida interna, prefigurando formas alternativas de política democrática, y difunden estas ideas dentro de las instituciones. No sólo transforman los estados democráticos que luchan por el cambio de las políticas, sino que expresan una crítica fundamental del quehacer político convencional, abordando así cuestiones metapolíticas y experimentando con ideas participativas y deliberativas. El libro aborda estas innovaciones que pretenden aumentar la participación y la deliberación para salvar la democracia.