Después de recorrer más de medio mundo —Estados Unidos de América, Australia, Japón…— y forjarse una gran reputación como escritor, Kipling recogió a finales de 1891 relatos recopilados en sus viajes de juventud como periodista por su país natal, la India. La mayoría de ellos habían sido publicados previamente en 'The MacMillan's Magazine', y en todos está presenta esa atmósfera misteriosa fruto de la convivencia de multitud de religiones, lenguas, razas y dioses. Por su páginas desfilan faquires, elefantes y viejos sabios como el mendigo cuentista Gobind, que contaba sus relatos «con una voz muy parecida al estruendo de una artillería pesada sobre un puente de madera». De él aprendió el autor de "El hándicap de la vida" a narrar aventuras, al igual que hiciera antes su maestro Stevenson, con un lenguaje vigoroso y directo que parece seguir el compás de una banda militar. Todas tienen ese peculiar sabor a las especias que tanto gustan al otro lado del Agua Negra, que es como los hindúes llaman al océano.