El 1993, en plena guerra de los Balcanes, un grupo de artistas metió las narices en la maleta y decidió fundar una de las organizaciones de cooperación contra la guerra más importantes de la historia, única en el mundo. Desde entonces, más de dos mil payasos sin fronteras han recorrido todo el planeta para regalar un momento de luz, una sonrisa, una risotada o un destello de diversión a los niños (y no tan niños) que peor lo pasan. En los primeros treinta años de expediciones, la organización ha hecho bolos para millones de personas. Este libro colectivo es un homenaje a todos ellos (artistas y público) y una reivindicación del trabajo de payaso, que queda representado con todo el rigor y las imágenes más emotivas. Porque hacer reír es algo muy serio.