Ángel Crespo llevó un diario de manera constante en dos etapas de su vida: un primer ciclo, muy breve –apenas unos meses entre 1971 y 1972–, y otro más extenso e intenso entre 1978 y 1984. Los cuadernos de los años setenta se dieron a conocer en Los trabajos del espíritu, publicado póstumamente en 1999. Ahora, bajo el título genérico de Diario veneciano, se reúnen en este volumen (al cuidado de Ignacio García Crespo y Jordi Doce) todas las entradas de sus diarios inéditos, entre los años 1980 a 1983, que tienen que ver con los viajes del poeta y Pilar Gómez Bedate a Venecia.