Por donde se vea, uno se encuentra dentro del entorno del marketing, que influye en nosotros cuando promociona, cuando informa, cuando persuade o cuando nos vende algo; pero a su vez el marketing, se ve influido por aquello que la gente quiere, desea, anhela.
Pensemos ¿Por qué la gente se viste con ropa de diseño, o busca productos de marca y cree que tiene una vida mejor en la medida en que compra más cosas? ¿No será que el marketing aumenta las posibilidades de engaño, permitiendo la ilusión de ser más feliz consumiendo más, como si los bienes que se poseen lo fueran todo (resultando una alienación)?
La habilidad del marketing reside en colocar el producto adecuadamente a las aspiraciones de la gente y propagar los deseos que llevarán a las personas a comprar los productos.