Hasta ahora, se ha hablado mucho de la evolución de las especies, y muy poco de la capacidad sensorial de las plantas. Ya se ha demostrado empíricamente de que las pantas ven, oyen, huelen, sienten y se comunican entre ellas. Se describen en este libro muchas de las manifestaciones del mundo vegetal que resultan sorprendentes para cualquier observador. Falta investigar y demostrar hasta qué punto esos complejos comportamientos son inteligentes o no. Todo un mundo por descubrir.