Una obra maestra del gótico moderno. Una historia sobrecogedora sobre siete hermanos cuya madre muere y la entierran en el jardín para mantener unida a la familia.
En el número 38 de Ipswich Terrace, un reloj de bolsillo cae marcando las 5:58, hora exacta de la muerte de Madre, momento en que los siete hermanos Hook se convierten en huérfanos. Sin más familia a la que acudir, sin amigos, los niños Hook deciden enterrar el cuerpo de su madre en el jardín y llevar una vida en apariencia normal: van a clase, hacen la compra, cobran los cheques del banco y, por supuesto, rezan a Madre cada noche a las nueve. Pero esta rutina se ve alterada con la llegada a sus vidas de un extraño que dice ser su padre. ¿Es de verdad este hombre el padre de los siete huérfanos? Y, de ser así02026;, ¿qué otros secretos les ocultaría Madre? Cada noche a las nueve es una joya de la literatura de suspense que da una vuelta de tuerca al clásico gótico familiar, combinándolo con un hálito de drama visceral que emocionó a toda una generación de lectores.
Una obra fundamental de la literatura gótica contemporánea, que orbita entre el fervor religioso y la idolatría asesina de El señor de las moscas y el thriller asfixiante de La semilla del diablo.
CRÍTICA
«El libro por el que Julian Gloag se labró la reputación de maestro de lo macabro.» 02014;John Gross, The New York Times
«Con ecos a la obra maestra de William Golding, El señor de las moscas, esta novela estalla en alturas insospechadas» 02014;London Magazine
«Cada noche a las nueve me cautivó desde la primera página y no pude soltar el libro hasta llegar al final. Una historia penetrante y profundamente conmovedora.» 02014;Stephen Fry
«Una novela que explora la aterradora propensión de la mente infantil hacia un tipo de "religión" particularmente salvaje.» 02014;Dan Sullivan, The New York Times
«Leí este libro con gran placer y profunda admiración.» 02014;Evelyn Waugh
«Gloag tiene una imaginación muy fértil en misterios, que dibujan un mundo espectral.» 02014;Gallimard
«Gloag crea un mundo que, aunque inverosímil, es absolutamente real.» 02014;Edith Milton, The New York Times