Un tomo fundamental para entender el estudio de la literatura y la literatura durante el siglo XX en EspañaEl presente volumen es el primer esfuerzo por integrar en un solo proceso explicativo la cultura de posguerra (entendiendo la dictadura como una consecuencia duradera que llega hasta los años setenta) y la de la democracia, desde la precariedad de los años inmediatos a la guerra civil, el acelerado restañamiento de la ruptura en los años sesenta y, finalmente, la convergencia de las letras españolas en las europeas en los ochenta y
noventa, en sincronía con el espíritu de época que ha dado en llamarse posmodernidad.
En relación con ello, este tomo plantea uno de los problemas historiográficos peor resueltos de nuestra historia literaria: el del encaje de los escritores republicanos exiliados. El exilio es el elemento que ayuda a explicar la medianía de la mayor parte de la literatura de la posguerra, pero es también objeto de reflexión y explicación en cada una de las nuevas fases: su secreta vinculación personal con la península hasta mediados de los sesenta, su recuperación frustrada pero real desde entonces, su aclimatación anacrónica en democracia y su canonización académica final. Junto a la trayectoria de nombres pertenecientes a distintas generaciones (de Cela, Delibes y Sánchez Ferlosio a Mendoza, Marías y Millás, pasando por Gil de Biedma, Benet, Valente y Marsé, o llegando hasta las voces más actuales, como Grandes o Cercas), se revisan conceptos como «compromiso» o «posmodernismo» para comprender comportamientos culturales marcados por la autoconsciencia, la parodia, la confusión entre historia y ficción, la impugnación de la alta y la baja cultura, la metaficción, la reivindicación del pop, la mimesis paródica, lo camp, lo kitsch, lo queer o lo freak.