En un contexto marcado por la emergencia climática, este Atlas cultural de la energía ofrece una reveladora mirada sobre los complejos vínculos entre energía, cultura y política. Los diferentes conceptos abordados exploran cómo la energía fósil, motor fundamental de las sociedades industriales, no solo ha condicionado su desarrollo material, sino también los imaginarios y discursos que han estructurado nuestra visión del progreso, la libertad y el bienestar. El libro analiza las implicaciones socioecológicas de la transición energética y desafía los planteamientos reduccionistas que dominan el debate contemporáneo. Con un enfoque crítico hacia la tecnocracia y el determinismo energético, invita a reconsiderar las interacciones entre lo natural y lo cultural, otorgando un papel decisivo y transformador a los imaginarios. Este atlas se presenta así como una herramienta para comprender los dilemas de la transición ecosocial desde las humanidades energéticas, contribuyendo a repensar la relación entre los sistemas de poder y la energía. Desde esa perspectiva, defiende la necesidad de entender la energía no solo como un recurso, sino como una dimensión estética, cultural y política que ha dado forma al mundo tal como lo conocemos.