Ciro Bayo Segurola (Madrid, 1859-1939) es, pese a la desatención de la crítica y el desvío del público lector, un importante escritor al que a menudo se ha asimilado, como figura pretendidamente menor, a la generación del 98, con algunos de cuyos miembros, los hermanos Baroja, Valle-Inclán, Azorín, tuvo una gran amistad. Escritor tardío (publicó su primera obra en 191o), de vida aventurera y bohemia, recorrió a pie España y buena parte de Sudamérica, siendo entre nosotros el iniciador del concurrido género de los viajes literarios. Escribió también novelas, poesía, biografías noveladas de personajes históricos de la conquista de América y otros muchos libros inclasificables y curiosos como Vocabulario criollo español sudamericano (1911) o Higiene sexual del casado (1919). Entre sus obras, además de El peregrino entretenido (191o), reeditado hace poco en esta misma colección, están: Lazarillo español (1911), Con Dorregaray (1912), Los Marañones (1912), Orfeo en el infierno (1913), Los caballeros del Dorado (1915), Venus catedrática (1915), Por la América desconocida (1924) y La reina del Chaco (1935)? El peregrino en Indias (1912) es, según su prologuista José Esteban, «una auténtica joya de ese género literario denominado literatura de viajes... una de las más apasionantes narraciones por las lejanas y peligrosas tierras americanas. Se inicia en Jujuy, tierra argentina, "para decir algo de la puna, que es lagar de enlace con Bolivia"; pasa por el famoso Potosí y sigue el viaje hasta Sucre. De aquí a Santa Cruz de la Sierra, a través del departamento de Cochabamba. En la segunda parte refiere su expedición por el Oriente boliviano. En la tercera, se nos describe el país de la goma, "encantada región que pocos conocen, sin exceptuar los mismos bolivianos de la cordillera", y en la cuarta parte y última nos da a conocer Mojos y Chiquitos, "famosos por sus reducciones jesuíticas, émulas de las del Paraguay"».