La capital alicantina, extendida en las faldas del Benacantil, el monte donde se alza su castillo árabe, ha sido ocupada a lo largo de su historia por diferentes culturas, y aún hoy se abre al mar mostrando su carácter abierto y cosmopolita. En ella conviven clasicismo y vanguardia, playa y montaña en el mismo casco urbano. Esta guía ilustra, a través de fotografías de gran formato, todos sus atractivos.